«Dejame morir». El día que el misionero Claudio Konopka le dijo la frase a la kinesióloga que lo ayudaba con tratamientos para respirar , cuando casi no podía hacerlo, llevaba varios días internado con Covid en un hospital de Puerto Iguazú y sentía que no aguantaba más. Agotado y casi entregado, le pidió a la mujer que ya no lo asistiera y como devolución recibió una respuesta tan contundente como enfática: «No, no te vas a morir». Y la mujer siguió haciendo su trabajo.
Semanas después, Konopka está mucho mejor y cuenta aquel breve pero dramático diálogo con una perspectiva muy distinta. Y dice, emocionado, según publica el diario Misiones OnLine: «Para mi a partir de ahora ella es mi ángel guardián».
Konopka tiene 49 años. El 4 de junio empezó con síntomas compatibles con Covid y lo internaron. Empeoró y pasó a terapia intensiva, donde debieron intubarlo. Perdió el conocimiento durante seis días. “Prácticamente estuve muerto, luchando por mi vida”, cuenta hoy para agradecer al personal del hospital de Puerto Iguazú y para ayudar a tomar conciencia sobre la gravedad del coronavirus.
El hombre es administrador del cementerio de Puerto Iguazú. Nunca pasó por una cirugía ni padeció ningún tipo de comorbilidades, pero fue fumador desde los 17 años hasta más allá de los 30. En 2006 dejó de fumar y ahora cree que esa decisión le permitió salvarse. En una entrevista realizada en Radio Iguazú Misiones, dejó su testimonio sobre la experiencia de haber estado cerca de la muerte y su reconocimiento a quienes lo salvaron.
“Estaba inconsciente. Al sexto día de internación se acercó la kinesióloga Constanza Cavagnaro y ahí resucité. Reaccioné, comencé a moverme, a temblar. Hasta que me desperté y vi que alrededor mío había ocho personas más, todos luchando por su vida”, contó.
“Te enseñan a respirar, a aspirar por la nariz y expirar por la boca, y eso me costaba un montón”, relató amplió.
Fue en ese momento que tomó la mano de Cavagnaro. «Le dije: le dije: déjame morir». La respuesta de la kinesióloga fue inmediata: «¡No, vos no te vas a morir!». Konopka hoy dice: «Para mí es mi ángel guardián a partir de ahora”.
Konopka felicitó a todo el personal del Hospital Samic de Puerto Iguazú: a los kinesiólogos, enfermeras y médicos, dijo, por la muy buena atención que le brindaron. Y envió un mensaje a la gente, a propósito del Covid: «Tienen que cuidarse, utilizar los protocolos de bioseguridad como el barbijo/tapaboca, el alcohol en gel y respetar el distanciamiento social».