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Fue en Mariano Acosta. Los vecinos denuncian que el hombre la violaba con la complicidad de la mamá.
La noticia conmocionó el lunes pasado a los vecinos de la localidad bonaerense de Mariano Acosta, pero no los soprendió. Habían encontrado a Micaela, una nena de 13 años, colgada de una soga del techo de su casa y ese fue el final de una historia de maltratos y abusos que no era un secreto en el barrio.
La nena se ahorcó delante de su hermanito de tres años y de su primo de ocho. Antes dejó dos cartas, una en su habitación y la otra se la entregó ella misma a una compañera de la escuela, confesando su calvario. Horas después, la autopsia reveló que estaba embarazada.
“Su tío la violaba, y su madre era cómplice. Ya existían denuncias previas y nadie hizo nada”, contó una vecina a Crónica. Y remarcó: “La molían a palos. La madre la hizo dejar la escuela y la obligaba a ocuparse de sus hermanos y lavar la ropa. Si se demoraba le pegaban hasta con un palo”.
La mujer manifestó que el acusado también abusó de las hermanas de la víctima y que en el barrio nadie lo quiere. Tienen miedo. Sin embargo, no le quitó culpas tampoco a la madre de la chica por no haber hecho nada para evitar las violaciones y por los maltratos a los que ella misma sometía a su hija.
“La nena era una esclava de la madre. Ella nunca quiso a ninguno de sus hijos y tuvieron varias denuncias por parte de vecinos y allegados, producto de lo que ocurría en la vivienda”, sostuvo, y añadió: “No queremos que vuelvan a vivir acá, hay muchas criaturas”.