La desaparición de bolsas con dinero en efectivo por una suma cercana a los 40 millones de pesos desde el local de Pago Fácil y Western Union (en la esquina de 9 de Julio y Mendoza), representa uno de los golpes más importantes perpetrado en la historia delictiva de Santa Fe. Atentos a ese dato, los investigadores de la policía santafesina y la Fiscal a cargo de este caso se enfrentan a un desafío mayúsculo.
Lo ocurrido en la agencia de cobro y servicios financieros remite a los dos mayores robos sucedidos en la ciudad. En septiembre de 2012, el atraco al banco Macro donde ladrones se llevaron 36 millones de pesos. Y un poco más atrás, también en el mes de septiembre pero de 1994, lo hecho por el tesorero Mario Fendrich, cuando sustrajo 3.200.000 dólares de la bóveda del Banco Nación.
Los hombres de la bolsa
El hecho quedó al descubierto la mañana del domingo. Todo comenzó cuando ocasionales testigos vieron salir del negocio ubicado en la esquina de 9 de Julio y Mendoza a cuatro hombres en actitud sospechosa.
Según trascendió, los desconocidos iban con paso presuroso y llevaban consigo una bolsa de color negro, de grandes dimensiones, como las que usualmente se denomina del tipo consorcio.
La sospecha de los vecinos se tradujo en un llamado al 911. Lo que siguió es historia conocida. Agentes de la seccional 1ª llegaron al lugar y advirtieron el desastre.
Boquete en el techo
Poco después se hizo presente el dueño del negocio, quien autorizó la inspección del inmueble. En esta parte se descubrió que los ladrones habían ingresado realizando un boquete en el techo.
Llamó la atención la prolijidad con la que se cortaron las chapas de cinc. «Fue un trabajo quirúrgico», opinó uno de los investigadores.
Luego, los malvivientes ataron una soga a uno de los tirantes, lo que les permitió bajar hasta un cielorraso que también fue perforado para finalmente caer en el interior del local.
Conocían el lugar
Una vez adentro del local, y a salvo de miradas indiscretas, los delincuentes fueron por su objetivo principal: la caja fuerte. La única certeza hasta el momento es que los intrusos conocían a la perfección el terreno. La empresa siniestrada cuenta con un sistema de videovigilancia, el que se encontraba operativo y que «llamativamente» no detectó la intromisión. Luego, utilizando amoladoras, taladros y barretas, los ladrones lograron abrir la caja fuerte desde donde sustrajeron varias bolsas con dinero en efectivo por un valor cercano a los 40 millones de pesos.
Más millones
Otro de los misterios que rodea este caso fue el hallazgo de tres bolsas con dinero en efectivo, por un monto cercano a los 6 millones de pesos, en la escena del suceso. Los pesquisas no saben aún si se trató de un olvido (algo pasó que aceleró la retirada del lugar) o si quizás los ladrones no descubrieron el sitio donde estaba esa plata. Además de este dinero, en distintos sectores del inmueble quedaron también las «herramientas» utilizadas por los ladrones.
Por último se supo que los malvivientes habrían «trabajado» con guantes, razón por la cual no se encontró ninguna huella dactilar en la escena del hecho.
Prisión preventiva
Cuatro ladrones cordobeses quedaron en prisión preventiva y en los próximos días podrían aceptar un juicio abreviado, luego de que fueran acusados por formar parte de una banda dedicada a cometer hurtos utilizando inhibidores de señal de cierre de puertas y alarma de vehículos estacionados en la vía pública.
En dos de los hechos señalados por la Fiscalía, se llevaron una suma de alrededor de $ 1.300.000.
La medida cautelar fue ordenada este domingo por el juez Sergio Carraro, en una audiencia en la que los fiscales de la Oficina de Flagrancia y Turno del MPA, Rosana Peresín y Manuel Cecchini, le atribuyeron al cuarteto mediterráneo la coautoría de los delitos de Asociación ilícita en carácter de miembros y Hurto calificado en uno y dos hechos, según cada uno de los implicados.
La banda fue desbaratada el jueves 6 de octubre, cuando merodeaban la zona de bulevar Pellegrini y calle 4 de Enero. Estaban siendo investigados desde hacía algunas semanas, a raíz de dos hechos delictivos de similares características: el primero del 4 de agosto y el segundo del 28 de septiembre.