El jefe de la Casa Gris pretende que la iniciativa obtenga sanción en mayo, pero los partidos políticos se tomarán su tiempo. La propuesta del Ejecutivo santafesino incluye la posibilidad de reelegir al mandatario por un perìodo.
Legisladores de la oposición recibirán hoy el proyecto de necesidad de reforma constitucional en la provincia con más dudas que certezas. Si bien el gobernador Miguel Lifschitz pretende que la iniciativa obtenga sanción a lo largo de mayo próximo, los partidos políticos (excepto el socialismo) se tomarán su tiempo para evaluar la iniciativa, instancia que parece poner en riesgo las aspiraciones de la Casa Gris.
La propuesta que el Ejecutivo ingresará a Legislatura santafesina contempla la posibilidad de reelegir al gobernador por un período. No obstante, la discusión sobre si el actual mandatario provincial estará en condiciones de acceder a esa chance podrá saldarse a través de una cláusula transitoria, también prevista en el proyecto.
Más allá de ese punto álgido, el arco político opositor centró sus dudas en los tiempos de debate interno que insumirá el análisis de la iniciativa. Es entonces cuando el tratamiento exprés que impulsa el gobernador entra en zona de zozobra.
El Partido Justicialista (PJ), fuerza que posee la llave para abrirle la puerta a la reforma, según la visión de la administración socialista, reunirá el viernes a su consejo ejecutivo. Una especie de mesa chica que, además de repasar el proyecto, deberá convocar a su congreso provincial (reunirá a 392 representantes), a realizar 15 ó 20 días después del primer encuentro de dirigentes.
“El problema con el proyecto se vincula más a las formas, a los tiempos, que al fondo. Además, todavía tenemos que ver cómo termina el quilombo de la intervención al partido a nivel nacional. Siempre estuvimos dispuestos a discutir la reforma, pero esto viene muy sobre la marcha”, deslizó a La Capital una fuente del peronismo.
Aunque en los últimos días distintos referentes del PJ expresaron un respaldo sin rodeos a la reforma constitucional, incluso con la eventual reelección de Lifschitz, como también un rechazo tajante a la intentona oficial, otro conocedor de los pliegues internos del peronismo enfatizó: “Todos acatarán la resolución del congreso provincial”.
La Unión Cívica Radical (UCR) provincial también tiene en puerta un debate que incluye posiciones divididas. En lo inmediato, el partido reunirá el miércoles a sus legisladores para poner el proyecto bajo la lupa. Todo indica que se tomará su tiempo hasta alumbrar una definición partidaria.
El martes pasado, tras la reunión realizada en Rosario en la que el gobernador presentó su propuesta a los distintos jefes partidarios, el diputado santafesino Julián Galdeano (titular de la UCR, grupo MAR) advirtió acerca de la inclusión de temas ausentes en las conversaciones previas: segunda vuelta electoral, paridad legislativa y la provincialización de la EPE y Assa, entre otros puntos.
Por su parte, el intendente de Santa Fe y dirigente radical (grupo Universidad) enrolado en Cambiemos, José Corral, viene machacando con que no es el momento oportuno para lanzar una reforma de la Constitución. En tanto, el diputado provincial Jorge Henn (NEO), defendió la iniciativa de Lifschitz: “Es dejar de regirnos por normas del siglo pasado”.
Los partidos de la oposición, que tienen los votos necesarios para aprobar en la Legislatura la propuesta, habían reclamado en su momento mayores precisiones sobre los contenidos a discutir dentro de una iniciativa elaborada por la administración socialista después de un año y medio de consultas (programa denominado Bases para la Reforma).