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El Gobierno votó finalmente una resolución del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas que condenó este martes las violaciones a los mismos que se cometen en Venezuela, y que fueron expuestas a mediados de año y ratificadas recientemente por la Alta Comisionada en estos asuntos, Michelle Bachelet. Así también lo había anticipado Clarín. Esta resolución, la número 45, extiende además el mandato de la misión de expertos de la ONU que investiga crímenes de lesa humanidad por parte del régimen de Nicolás Maduro.
Más temprano, el Gobierno se abstuvo de aprobar una resolución ante el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas que considera que “hay progresos” en Venezuela. Y al exponer su posición ante el pleno, que se reunió en Ginebra, el embajador argentino, Federico Villegas Beltrán, hizo un claro llamado al régimen de Nicolás Maduro a que implemente las recomendaciones de la Alta Comisionada Michele Bachelet, que da cuenta de miles de asesinatos, torturas y otras violaciones a los derechos humanos en el país caribeño.
La segunda resolución 45 fue aprobada por 22 votos a favor -entre ellos el de Argentina-, 3 en contra -los de los aliados al chavismo- y 22 abstenciones. En este último lugar estuvo México, lo que es un elemento nuevo puesto que Alberto Fernández y Andrés Manuel López Obrador se habían vuelto aliados en algunas cuestiones de política exterior, las que variaron algo con el viaje del mexicano a ver a Donald Trump y con la elección del presidente del BID.
En su discurso de este martes, Villegas Beltrán dijo que más allá de los “resultados positivos en la cooperación alcanzada con la Alta Comisionada este martes por parte de las autoridades venezolanas presenta un insuficiente reconocimiento de su responsabilidad por la situación de los derechos humanos en su territorio, reflejada en el informe oral de la Alta Comisionada el 25 de setiembre pasado”.
Además, el embajador agregó que Argentina instaba “al Gobierno venezolano a cooperar plenamente con todos los mecanismos del Consejo y a implementar las recomendaciones hechas por la Alta Comisionada en sus informes así como con su llamado a que conduzcan informaciones prontas, exhaustivas, independientes, imparciales y transparentes sobre las alegaciones de violaciones a los derechos humanos que lleve a los perpetradores ante la justicia y garantice una reparación adecuada a las víctimas. Por lo expuesto, Argentina votará en abstención al presente proyecto”.
Con este reconocimiento, el Gobierno planteó una posición que le causa problemas internos con el sector más duro del kirchnerismo, aliado al chavismo y que critica los reclamos y condenas al régimen de Maduro. Ese fue el centro del problema del embajador argentino ante la OEA, Carlos Raimundi, quien la semana pasada pidió “no estigmatizar” al régimen de Caracas.
Lo dicho por Villegas Beltran fue en línea exacta con un comunicado posterior que sacó la Cancillería. “La República Argentina destacará a través de sus representantes en el Consejo, la necesidad de reforzar la instalación de una misión permanente de la Alta Comisionada en Caracas, dotada de los recursos humanos y de los elementos que le permitan desplegar una acción remedial frente a dichas circunstancias y contribuir a encaminar soluciones apropiadas, liderando actuaciones complementarias que pueda estimar convenientes para tal propósito”, señaló.
Además de recordar que como integrante del Grupo de Contacto (llamativamente el Gobierno no se enmarca dentro del Grupo de Lima al que critica abiertamente sin salirse del mismo), apoyará la propuesta que promueva esta posición. Y destacó que “el presidente Fernández sostuvo una vez más que deben condenarse los bloqueos y las sanciones que, pretendiendo presionar a las autoridades, agreden especialmente al pueblo venezolano y contribuyen a un sufrimiento aún mayor del mismo, dada la grave situación económica y social en la que se encuentra. Esta posición también fue planteada posteriormente por Villegas Beltrán al señalar sobre la resolución 45.
Este fin de semana, tras una conversación entre el presidente Alberto Fernández y el canciller Felipe Solá, Argentina anticipó la posición.
Así, en el arranque de la sesión en la ONU, el Gobierno se abstuvo en la resolución que por 14 de 47 votos se aprobó en el Consejo de Derechos Humanos. Es una resolución presentada por Irán, Siria, Turquía y Venezuela. Esta considera que hubo “progresos” en Venezuela y exhorta a mantener la cooperación con la Oficina del Alto Comisionado.
