Legisladores macristas procuran, a través del PJ dialoguista, conseguir la mayor cantidad de firmas para el dictamen a bajar al recinto de Diputados.
Firme en su decisión de que el proyecto de presupuesto nacional 2019 sea votado el miércoles próximo en el recinto de la Cámara de Diputados, el oficialismo ajusta las últimas tuercas de la iniciativa en una negociación contrarreloj con sectores del PJ dialoguista para intentar conseguir la mayor cantidad de firmas para el dictamen que pondrán en consideración mañana.
La reunión de la comisión de Presupuesto será mañana, a las 10, en el anexo C de la Cámara baja, cuando se pasará en limpio el dictamen cuyo aval Cambiemos tiene encaminado con buena parte del Bloque Justicialista, luego de que la semana pasada quedaran acordados los proyectos concomitantes englobados en el paquete fiscal.
Se trata de la adenda al consenso fiscal 2018, el revalúo de Ganancias y la suba de las alícuotas del impuesto a los bienes personales: de aprobarse, los tres contribuirán a expandir la recaudación de las provincias y, de ese modo, compensar el ajuste presupuestario que la Nación aplicará.
El Frente para la Victoria (FpV-PJ), así como el resto de la oposición más dura (Frente de Izquierda y el Movimiento Evita), ya adelantaron su rechazo a un presupuesto que consideran “de ajuste”, mientras que en el Frente Renovador (FR) predomina, por el momento, la postura abstencionista. Aunque varios diputados de ese bloque buscarían diferenciarse a través del rechazo (ver aparte).
En cambio, el Bloque Justicialista sería el garante de que salga el dictamen de mayoría, aunque lo más probable es que esa bancada federal vote dividida.
Por caso, Diego Bossio, el principal referente económico de esa bancada, cuestionó en severos términos el presupuesto en las últimas reuniones de comisión, por lo que todo indica que no respaldará la iniciativa oficial.
En cambio, sí estamparían su firma los diputados que tienen compromisos con los gobernadores que los pusieron en sus bancas.
Escenario
Si no fuera posible sesionar el miércoles por falta de consenso, el debate en el recinto se realizará la semana próximo a más tardar, porque el gobierno no quiere que corra riesgo su objetivo de tener el presupuesto aprobado en ambas cámaras antes del comienzo (a fines de noviembre) de la cumbre del G-20.
“Obviamente que, una vez que pase por Diputados, tenemos un par de semanas en la Cámara alta para tratarlo con profundidad”, explicó el senador nacional Esteban Bullrich (Cambiemos), en el marco de la realización del Coloquio de Idea en Mar del Plata.
Al respecto, añadió: “Dimos varios pasos en acordar un presupuesto nacional acompañado por las provincias, que vaya con todas las administraciones al equilibrio, y luego también en la negociación que hay que tener en ambas cámaras”.
Bullrich, quien preside la comisión de Presupuesto, puntualizó: “Esperamos que en los siguientes siete o diez días se termine votando en Diputados para comenzar el tratamiento en el Senado”.
En ese sentido, el oficialismo estima que contará con un piso de 130 votos y un techo de 140. Uno de los cabos sueltos en la negociación del gobierno con el justicialismo tenía que ver con el temor de los mandatarios provinciales de no poder afrontar el traspaso de los subsidios al transporte, producto de la descentralización que quedará plasmada en la letra del proyecto.
Para subsanar ese problema, tomó fuerza una propuesta para crear un fondo de asistencia a los municipios, que días atrás habría arrimado a los gobernadores el ministro de Transporte nacional, Guillermo Dietrich