Carlos Stornelli, el fiscal que lleva adelante una de las causas más emblemáticas de la corrupción en la obra pública durante el gobierno kirchnerista, habló sobre las presiones y mensajes amenazantes que recibió para que se caiga la investigación de los cuadernos.“Si hubieran sabido que teníamos esa información contrataban un sicario”, denunció.
Semanas atrás se encontró un artefacto que simulaba ser un explosivo frente a la casa de uno de los hijos de Stornelli. En diálogo con TN, el fiscal explicó que “lo está investigando Ariel Lijo, están averiguando temas de cámaras o posibles testigos. Era una carcasa vacía; parecía la bomba del Correcaminos, tres tubos rojos que decían explosivo con cables y un reloj, para mensaje es suficiente y yo lo sé entender”.
En retrospectiva, Stornelli analizó los mensajes amenazantes con respecto al momento en que recibió la información de los cuadernos de la corrupción kirchnerista: “Cuando iniciamos la investigación dije, no en vano, que nuestras vidas corrían peligro, era importante mantener el secreto. Si hubieran sabido que teníamos esa información, por mucho menos dinero que lo que pagaron para esta operación contrataban un sicario”.
El fiscal insistió con que “desde el inicio hay una maniobra fraudulenta para perjudicarme y generar cuestiones que puedan afectar la investigación”. Desde que fue denunciado por el empresario Pedro Etchebest por presunto soborno, consideró que “sabía que era una falsedad con una operación mediática al instante”.
“Yo era uno de los objetivos por una campaña de prensa encarnizada, calumniosa, casi pornográfica que la sigo padeciendo”, expresó. Además se comparó con José María Campagnoli “que pasó cosas similares o peores” y con el fiscal Alberto Nisman. “Dos días antes de estar convocado al Congreso apareció muerto. No es un tema menor”, comentó.
Sobre la “Operación Puf” en la que a partir de una serie de escuchas telefónicas de ex funcionarios detenidos se presume el intento de perjudicar la causa de los cuadernos y la investigación de Stornelli, el fiscal manifestó: “Si ya me habían hecho una cama no me voy a prestar a una segunda”. “La cuestión de la rebeldía es un título”, agregó con respecto ano haber respondido a las citaciones del juez Alejo Ramos Padilla.