Todo ocurrió en la madrugada del domingo a pocos kilómetros de la ciudad cordobesa de La Calera. Tras una discusión doméstica, Carlos Monje le disparó y mató a Magalí Pérez, quien era su pareja, y trabajaba junto con él en la comisaría 39. Antes de matar a la joven, se interpuso en su camino su suegra, Nancy Pérez (54) y la asesinó también. Luego del crimen de ambas mujeres, Monje se disparó en la sien con su arma reglamentaria y se quitó la vida.
En la vivienda ubicada sobre la ruta E-55, conocida como El Diquecito, estaba también Carlos Enrique Pérez, tío y hermano de las víctimas, quien estaba durmiendo cuando empezaron los disparos y fue quien dio aviso a la policía luego.
Al salir de su habitación, Pérez vio a su sobrina y su hermana ya en el piso. Fuera de sí, Monje le apuntó para dispararle y el hombre atinó a cerrar la puerta y esconderse dentro de su dormitorio, desde donde escuchó el último disparo que acabó con la vida del cabo. En la casa estaban también la hija de cuatro años de Magalí y su hermano de 9, a quienes llevó de inmediato a la casa de un vecino.
“Ella lo quería mucho. Pero él la quería para él nomás. Lo conoció en la Policía, y luego decidieron convivir”, contó Rocío Juárez, tía de Magalí, en diálogo con Radio Mitre. “Ella estaba embarazada y no quería seguir con la relación porque veía que era enfermiza”, agregó.
Magalí, que se había recibido de agente de policía hacía poco más de un mes y había comenzado a trabajar en la Policía Barrial, estaba en pareja con Monje desde tiempo reciente, según informaron fuentes judiciales al diario La Voz. Carlos Monje, en tanto, tendría al menos una denuncia por violencia familiar previa a su relación con la joven.
La causa, que es investigada hasta el momento por el fiscal Ernesto de Aragón, pasaría hoy a manos de la fiscal Betina Croppi, del fuero de violencia familiar.