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Investigadores de Rosario analizaron la efectividad de la vacunación anti Covid en la provincia. Concluyeron que en personas vacunadas que se contagiaron, bajó la letalidad y también la tasa de contagios en comparación con quienes aún no recibieron ninguna dosis.
En un exhaustivo informe recientemente difundido, el equipo “Ciencia Rosarina contra el Coronavirus” un colectivo interdisciplinario que reúne a investigadores, y docentes del Conicet Rosario y de la UNR, analizó la reducción de letalidad y la efectividad para prevenir la enfermedad y la mortalidad lograda por las vacunas contra el Covid-19 en personas que recibieron al menos una dosis en la provincia de Santa Fe. Y los resultados son alentadores.
El equipo estudió y comparó, en el período de los meses de abril y mayo, los casos positivos de Covid en personas que recibieron al menos una dosis contra la enfermedad que provoca el virus SARS-CoV-2 -nuevo coronavirus-, con aquellas que no recibieron ninguna dosis. En líneas generales, se concluyó que la letalidad se redujo entre casi 2 y 5 veces entre quienes sí fueron inoculados.
El riesgo de contagio también se redujo con el “esperanzador pinchazo”. Hay menos proporción de contagios detectados (es decir, enfermos de Covid) en la población vacunada que en la no vacunada. Y en consecuencia, la mortalidad (donde se combina la reducción entre letalidad y de riesgo de infección) también sería menor. Respecto de esto último, “la efectividad de las vacunas para prevenir muertes sería mayor al 90% para menores de 65 años y se mantendría por encima del 80% en las franjas entre los 65 y 79 años”, sostienen los expertos en el estudio
Cabe aclarar que en el informe no se discriminó por tipo de vacuna anti Covid (Sputnik V, Oxford-AstraZeneca, Covishield, Sinopharm). Tampoco se tuvo en cuenta si las personas analizadas contaban con el esquema de vacunación completo, es decir, con el segundo componente aplicado. “Los resultados son acordes a lo esperable para los rangos etarios analizados y confirman que las vacunas están siendo efectivas en el contexto específico de la provincia de Santa Fe”, aseveran los investigadores (ver Sobre los autores).
Letalidad
El primer factor evaluado fue la letalidad, que es el número de fallecidos sobre el número de contagiados en el período analizado. Así, se analizaron todas las personas diagnosticadas con Covid entre abril y mayo, y se discriminó por personas vacunadas o no vacunadas.
Para entender la letalidad basta con un ejemplo: supóngase que se contagiaron mil personas de las cuales 500 habían sido vacunadas y 500 no. De las 500 vacunadas, cierto porcentaje falleció y de las restante 500 fallece otro porcentaje. “La letalidad nos dice cuál es el porcentaje de personas que muere ante el contagio dependiendo de la edad y si se está vacunado o no. Y lo que vimos es que ante el contagio (habiendo sido inoculado), el porcentaje de personas que falleció disminuyó entre 2 y 5 veces con la vacuna”, le explica a El Litoral el Dr. Ernesto Kofman, investigador principal del Conicet y profesor asociado en la Facultad de Ciencias Exactas, Ingeniería y Agrimensura de la UNR, uno de los participantes del estudio.
Algunos datos sobre la reducción de la letalidad que publica el informe, y que puede consultarse completo en Ellitoral.com, son los siguientes: en la franja etaria de 45-49 años no vacunados (sobre 8.672 casos) la tasa de letalidad fue del 0,7%. Pero entre la población de esa edad vacunada (779 casos), la letalidad fue de sólo el 0,1%. La reducción de la letalidad, en el comparativo, terminó siendo 5.5 veces menor.
En la franja de los 60-64 años (4.155 casos registrados), el 3,97% de los no vacunados que se contagiaron falleció. Y sólo el 1,04% de las personas que fueron vacunadas (289 casos) murió. La reducción de la letalidad fue de 3.8 veces.
En el rango etario de 65-69 años, el 5,1% de los no vacunados que se contagiaron (2.210 casos) fallecieron, mientras que la letalidad bajó al 2,1% de la población contagiada que había recibido la vacuna (656 casos). Y en lo más alto de la pirámide etaria (personas de más 90 años), la letalidad en los no vacunados fue muy elevada (21.6%); pero descendió a un 12,1% en estos adultos de edad muy avanzada que sí se vacunaron.
