Al respecto, dio a conocer la nota que presentó en la reunión de labor parlamentaria del Senado para comunicar que no tiene “ningún inconveniente en que el cuerpo autorice lo solicitado por Bonadio”.
“Corresponde aclarar que esta decisión no implica convalidar la irracionalidad de las medidas dispuestas por Bonadio en su cruzada persecutoria contra mi persona, sino que tiene por principal objetivo terminar, de una vez por todas, con el show montado alrededor de estos allanamientos sin fundamentos”, agregó.
Asimismo, pidió ciertas condiciones para realizar los procedimientos y le exigió al Senado que garantice que “las medidas que se lleven adelante sean sólo para cautelar prueba relacionada con el objeto de esta investigación y no para obtener imágenes o filmaciones sobre el interior de mis viviendas y de los objetos que forman parte de ellas, al efecto de su posterior difusión mediática con intencionalidad política”.
El primer pedido es que “no haya cámaras de televisión ni fotográficas, para evitar así la posterior difusión de imágenes en programas oficialistas con clara intención de humillación y hostigamiento hacia mi persona”. En este punto, la ex mandataria afirmó que fue “objeto de escuchas judiciales ilegales”.
También solicitó que estén presentes sus abogados y un senador o senadora designado por ella “al efecto de garantizar lo que disponga y ordene este cuerpo”.
La cuarta condición es que “se resguarden los objetos de uso personal y de aquellos que conformen el ajuar de las casas”. Al respecto, sentenció: “Si encuentran lingotes de oro, millones de dólares o piedras preciosas en bolsas, se los pueden llevar; pero si encuentran un anillo o un collar, está claro que son objetos de mi uso personal”.
El último punto es que “Bonadio no rompa nada y disponga que se utilicen los instrumentos técnicos necesarios con los que cuentan las fuerzas de seguridad y los organismos de inteligencia para escanear paredes, divisiones y/o cielo rasos de durlock”.
Aquí argumentó que en su casa de El Calafate “se produjo el momento más doloroso de mi vida y por lo tanto su preservación tal como está es, para mí y para mi familia, muy importante”.
Y citó los operativos realizados en su domicilio de Recoleta la semana pasada: “Ningún senador o senadora puede ignorar la espectacularidad mediática y la rotura de paredes ordenada por Bonadio en los allanamientos de otros departamentos del edificio de Juncal y Uruguay, el 13 de agosto próximo pasado –día en que fui citada a prestar declaración indagatoria- al ser informado por el personal actuante de que había paredes huecas”