LA NACION
La campaña presidencial de 2007 será recordada en los libros de historia por la participación del narcotráfico en el financiamiento de Cristina Kirchner . Pero hoy, 13 años después, aquel proceso electoral recobra vigencia. La empresa Vicentin , enfrentada ahora con el kirchnerismo a partir del intento oficial de expropiarla , supo apoyar con fondos durante aquellos años, cuando el Frente para la Victoria buscaba su primera reelección, con el binomio Cristina-Julio Cobos .
La cúpula de Vicentin hizo donaciones para financiar la campaña presidencial de la fórmula Cristina Kirchner-Julio Cobos. Los aportes electorales de empresas todavía estaban permitidos por la ley, pero diez ejecutivos de la empresa decidieron hacer desembolsos de $20.000 a título personal. Las donaciones fueron hechas en efectivo el 22 de octubre de 2017. En total, suman $200.000 para el Frente para la Victoria (US$ 65.000 dólares según el tipo de cambio de la época), según consta en los reportes que entregó ese partido ante la Justicia.
Hernán Vicentin, Ruben Vicentin, Oscar Vicentin, Norma Vicentin de Boschi, Osvaldo Boschi, Sergio Nardelli, Alberto Padoan, Máximo Padoan, Roberto Gazze y Daniel Buyatti son los nombres que aparecen (con errores de tipeo) en los documentos oficiales que constató LA NACION, que se pueden encontrar en la base de datos “Dinero y Política”, que construyó la ONG Poder Ciudadano. Vicentin y sus empresas asociadas, sin embargo, no hicieron donaciones como personas jurídicas.
La relación entre Vicentin y el kirchnerismo atravesaba en aquellos años su época dorada. Cuando el Frente para la Victoria llevó su campaña hasta Santa Fe, Cristina Kirchner eligió Vicentin para cortar una cinta. La entonces senadora nacional inauguró en agosto de 2007 una planta de biocombustible de la empresa junto con el gobernador santafecino Jorge Obeid en el complejo de la localidad de Avellaneda, la ciudad que ahora -tras la expropiación- se convirtió en el epicentro de la resistencia antikirchnerista.
Sergio Nardelli, accionista de la empresa y uno de esos aportantes de 2007 , y Alberto Fernández, entonces el hombre más influyente de la campaña de Cristina Kirchner, volvieron a encontrarse 13 años después. El empresario fue recibido por el Presidente en la quinta de Olivos como parte del diálogo para encontrar una salida después del anuncio de expropiación. La relación del kirchnerismo con la empresa y con la familia Vicentin atraviesa su peor momento.
Le pediría al Gobierno que nos deje trabajar a nosotros como sabemos y que nos deje elaborar esta propuesta como nosotros sabemos hacerlo, sabemos con quién hacerlo. El Gobierno debería dejar que la propiedad privada se desarrolle, no intervenir ilegalmente de la forma en la que lo está haciendo”, dijo Héctor Vicentin, uno de los integrantes de la familia, después de la marcha del pasado fin de semana.
La respuesta llegó enseguida. Aníbal Fernández, actual interventor del Yacimiento Carbonífero de Río Turbio, y funcionario clave del kirchnerismo allá por 2007, lanzó: “Nardelli tiene que estar preso”.
Los números de la primera campaña presidencial de Cristina Kirchner todavía no fueron aprobados por la justicia electoral. La jueza María Servini espera que se resuelva la causa penal por la donación realizadas por droguerías vinculadas a la mafia de la efedrina. El exfuncionario Héctor Capaccioli , uno de los principales procesados por lavado de dinero, manejaba la recaudación de esa campaña por orden del entonces jefe de Gabinete, Alberto Fernández. El caso está próximo al juicio oral .
Donaciones al macrismo
Los registros de donaciones electorales de Vicentin recién vuelven a aparecer en 2015, cuando financió al partido Pro Nacional durante el año en que Mauricio Macri se postuló como candidato a presidente. La compañía alimenticia donó, a través de distintas firmas que forman parte de su holding, un total de $27,5 millones a Cambiemos , según consta en los informes de financiamiento electoral y partidario que se entregan ante la Cámara Nacional Electoral.
El informe del Frente para la Victoria de 2007 deja una última curiosidad: Creaurban SA, la constructora que entonces pertenecía al primo de Mauricio Macri, Angelo Calcaterra , aparece como la empresa que más dinero le donó a la campaña presidencial de Cristina Kirchner, con un desembolso de casi $400.000.