El ex presidente Eduardo Duhalde consideró ayer que “por supuesto” que la senadora nacional Cristina Kirchner debe ir presa por la causa por las supuestas coimas en la obra pública y resaltó que eso “ya ni se tiene que preguntar”.
“Ya está todo probado lo que tiene que probarse. Ahora hay que pasar a otros temas, porque se está entreteniendo la gente que tiene que pensar cómo se sale de la crisis”, aclaró Duhalde.
En ese sentido, el ex primer mandatario señaló que está “enojado con el gobierno nacional y la oposición, porque no es serio la forma en que están manejando las cosas”.
Al respecto, Duhalde reclamó que “en la Justicia se termine” de debatir la causa de las presuntas coimas en la obra pública porque en la Argentina “hay problemas muy graves para resolver”.
El dirigente peronista confirmó, además, que está “armando el justicialismo para ganar” en las elecciones del año próximo y ratificó que el ex ministro de Economía Roberto Lavagna “será el candidato” de ese espacio.
Para Duhalde, el PJ “va a ganar” esos comicios porque el partido ya tiene a su postulante, al tiempo que destacó que el radicalismo “tiene semillitas en todos los pueblos pero está adormecido”.
Paralelamente, el ex jefe del Estado sostuvo que “fue una casualidad” su respaldo a la candidatura presidencial de Néstor Kirchner en 2003.
“Mi candidato era Lole (por Carlos Reutemann). Después fue otro trabajador honesto, como Felipe Solá, y finalmente (Alberto) Rodríguez Saá, que fue un gran gobernador”, señaló.
Duhalde aseguró que terminó apoyando al santacruceño porque “no tenía opción”, ya que las dos posibilidades “eran (Carlos) Menem o Néstor, y Menem no le ganaba a nadie en segunda vuelta”.
La crisis
Asimismo, el referente del PJ consideró que los dirigentes políticos “están haciendo un maremoto en una palangana”, porque “la Argentina no está en la situación que dicen” y la actualidad “no es tan grave”.
Finalmente, el ex jefe del Estado resaltó que no le “importa” justificar su recordada frase “el que depositó dólares, recibirá dólares”, aunque reconoció que “fue un error”.
“Puse en juego irresponsablemente la seguridad porque los vascos somos brutos. A los tres días, el ministro de Economía me dice que fue un error, que no había pesos. Dije «esto se lo tengo que decir a la gente», pero me respondieron que no podía”, comentó al respecto