Este martes, los médicos forenses de la morgue judicial santafesina realizaron la necropsia en el cadáver del subcomisario Cristian Abrigo, el cual había sido hallado en la zona rural de Progreso. El resultado científico provisorio es que el cuerpo tiene entre 15 y 20 días de fallecido.
Los profesionales que analizaron el cadáver buscando la causa eficiente que produjo la muerte de la víctima constataron que el cuerpo estaba en un muy avanzado estado de descomposición,-es probable que fuera asesinado el mismo viernes 28 de febrero en las primeras horas de la tarde- y luego fue enterrado en la tierra.
Los distintos exámenes permitieron descubrir la existencia de dos ojivas dentro de la cabeza de la víctima como medio para concretar el homicidio. Es probable que los disparos fueran efectuados con un ángulo desde arriba hacia abajo, con la víctima arrodillada, lo que da lugar a la hipótesis de que fuera ejecutado con premeditación.
Confirmación: disparos con calibre 32
El primer análisis que realizó el médico de la repartición policial en la escena del crimen no permitió establecer con precisión la causa que produjo la muerte, pero este martes el trabajo de los médicos forenses que contaron con otros medios más eficaces en la morgue judicial, les permitió el hallazgo de las dos ojivas en la cabeza de la víctima.
Se abre un segundo capítulo en el plano de las coincidencias, ya que el revólver que fue secuestrado en la escena del crimen es un revólver calibre 32 de doble acción, en buenas condiciones de conservación y de funcionamiento, lo que implica que es apto para la ejecución de los disparos
Demostración científica
El informe de los médicos forenses, además de establecer el momento de la ejecución entre 15 y 20 días, abarca el secuestro de las ojivas servidas de la cabeza del subcomisario Cristian Abrigo por orden de la fiscal de Delitos Complejos María Laura Urquiza y del de Homicidios, Andrés Marchi, ambos del MPA, respecto del revólver calibre 32 que fue secuestrado el 13 de marzo en la zona rural de Progreso.
Con relación a las dos ojivas secuestradas se ordenó que se realicen todos los peritajes balísticos para demostrar la relación de correspondencia entre el arma y las dos ojivas, lo que cerraría el círculo del arma usada en el crimen, siempre en el caso de absoluta confirmación científica que realizan los agentes del área Científica de la Policía de investigaciones PDI. Resta ahora saber quién apretó el gatillo y otras circunstancias que seguramente serán reveladas en la audiencia imputativa del próximo viernes, cuando se ventilaran detalles del crimen y también de todas las personas vinculadas con este cruento asesinato.