El DT instauró un régimen de concentración flexible, que no obliga a los jugadores a dormir en el hotel. Hoy el grupo fue licenciado. La idea es despejar la mente de los futbolistas a pesar de que el equipo aún no apareció.
La única verdad es la realidad y para saber si fue correcta la modalidad en el formato de concentración que está empleando el DT albiceleste Jorge Sampaoli en la previa del Mundial habrá que aguardar la performance que tendrá la selección argentina en Rusia.
La cita ecuménica está a apenas diez días de comenzar con el partido inaugural que protagonizarán el local y Arabia Saudita. Siempre se quejan los técnicos de selecciones porque no cuentan con el tiempo suficiente de trabajo para poder plasmar sus ideas a la hora de afrontar los distintos compromisos, ya sea eliminatorias como amistosos, en el medio del calendario de las distintas ligas del mundo. Por ello resulta al menos extraña la postura que adoptó ayer el DT casildense de liberar a los jugadores un día y medio, cuando el equipo evidentemente está muy lejos de tener un funcionamiento aceitado e incluso ni siquiera aún se puede vislumbrar un once titular que salga de memoria.
Está claro que es preferible valorar las prácticas por la calidad y no la cantidad. Y, por lo visto, el Zurdo apostó fuerte por oxigenar la mente y el físico de los jugadores, en vez de machacarles los conceptos tácticos en extenuantes trabajos de campo. A partir del estreno ante Islandia, el sábado 16 de junio, comenzará a develarse si el plan “antiestrés” del cuerpo técnico albiceleste fue el acertado.
Pero además de darle la tarde del domingo (ayer) y hoy libre a los jugadores, y reanudar los entrenamientos recién mañana por la mañana, hay otras licencias que tomó Sampaoli hacia sus jugadores. Por ejemplo los futbolistas en la estadía en el campamento de Barcelona tienen libertad de movimientos luego de los entrenamientos (sea en uno o dos turnos), es decir que pueden llegar a última hora a la concentración en el hotel Princesa Sofía o bien sumarse obligatoriamente en el horario estipulado del desayuno. Esto sin dudas que genera un régimen “relajado”, que está hecho con el propósito de evitar la monotonía de la larga convivencia grupal dentro del sitio de alojamiento.
Lo que resulta curioso es que Sampaoli está alineado entre los técnicos que cuidan todos los detalles y pregona la rigurosidad y el estilo exigente de Marcelo Bielsa. Esa obsesión por estar pendiente de cada pormenor táctico, estratégico y organizativo hasta podría decirse que fueron las cualidades que lo llevaron a ocupar el cargo de entrenador de la selección argentina. Por eso sorprende esta amplia libertad de movimientos que el Zurdo le permite realizar al plantel albiceleste en su estancia en la ciudad condal, cuando el equipo está en pleno proceso de formación, aún no tiene una identidad de juego definida y además se necesitan horas de trabajo en cancha para aceitar la maquinaria futbolística.
Al Mundial se llegó casi por la ventana y con la obligación en la última fecha de ganarle a Ecuador en Quito. Por ello, sin exigir un régimen militar ni mucho menos, tal vez lo más aconsejable sería no perder días de entrenamiento. Y prácticamente en este arranque de semana, entre una práctica y otra, habrá 48 horas sin actividad en el campo de juego. Pero se insiste, no se trata de una falta de previsión ni de una decisión que pueda ser catalogada a priori como negativa. Es que la intención principal del DT por estos días es focalizarse en entrenamientos cortos, específicos y sin recargar con conceptos y rutinas físicas la cabeza ni los músculos de los jugadores en la vigilia del debut mundialista.
Se podría decir que hoy Sampaoli está adoptando una postura cercana a la de Pep Guardiola, que cuando entrenaba al Barcelona otorgaba libertades a los jugadores, con Messi incluido, y decía: “Yo no soy un policía. Juzgo a mis jugadores por lo que hacen en el campo, no por su vida privada”. Y está claro que le fue bárbaro con el Barsa.
Del otro lado, se puede mencionar el estilo ultradetallista de Carlos Salvador Bilardo, DT campeón con Argentina en México 1986. El Narigón no dudaba en hacer extensas concentraciones y hasta regulaba la salida de los jugadores (ver aparte).
Ni siquiera los jefes de prensa de la AFA ahora les preguntan a los jugadores dónde van, salvo que alguno les informe especialmente, ya que se trata de un asunto personal.
Con el día y medio de licencia, algunos de los futbolistas salieron a dar una vuelta y regresaron al hotel, otros se quedaron con sus familias y amigos que se encuentran en Barcelona. Anoche igual todos regresaron a dormir a la concentración.
Cuando faltan apenas doce días para el debut argentino en el Mundial ante Islandia en Moscú, el hecho de que se haya espaciado la frecuencia de los entrenamientos parece ir en contra de la idea de que el equipo necesita tiempo para consolidarse. Se supone que cada minuto de la práctica cuenta y de hecho es así. Pero el Zurdo apostó fuerte con la modalidad de la concentración flexible y después en la cancha se verá si el resultado es el deseado. Hoy la discusión sobre el “método Sampaoli” en la estadía en Barcelona está en boca de todos.