A puertas cerradas, senadores del oficialismo y de la oposición se reunieron con los funcionarios provinciales responsables del servicio eléctrico en la provincia. La secretaria de Estado de la Energía de Santa Fe, Verónica Geese, y el presidente del Directorio de la Empresa Provincial de la Energía, Raúl Stival, junto al gerente de la compañía estatal, Marcelo Cassin, se ubicaron al lado del vicegobernador, Carlos Fascendini.
Todo indica que fueron los legisladores quienes prefirieron que no haya testigos sobre las conversaciones, que como tema principal tuvieron el aumento de las tarifas. En tanto no se trate de una reunión formal de comisiones, cuyo acceso es público, los legisladores anfitriones pueden o no permitir el paso de los cronistas.
Los senadores de la oposición expresaron sus críticas sobre los valores que pagan hoy los usuarios santafesinos. Rubén Pirola (PJ-Las Colonias) dijo que la funcionaria describió cuál es el camino que sigue con “el sinceramiento tarifario” en la quita de subsidios nacionales la Casa Rosada. El legislador lamentó entonces que Santa Fe no siga su propio camino, ni cuente con sus propias políticas públicas para al menos soportar una parte del aumento de la energía eléctrica mayorista.
Precisamente, ése fue el argumento central de la secretaria de la Energía: el paso de por megavatio en 2015 a $ 2.070 en la actualidad. Esa suba, dijo Geese, explica lo que hoy ocurre con las tarifas de la EPE.
En la reunión fue llamativa tanto la atención de los legisladores -casi todos los departamentos contaron con su representante en la sala de reuniones de la presidencia- como su extensión. La discusión comenzó apenas pasadas las 10 y concluyó a las 13, a sólo un par de horas de la sesión de la Cámara Alta.
Los senadores de la mayoría presentaron un proyecto en favor de la declaración de la llamada “Emergencia eléctrica tarifaria” que, si bien no tiene efectos muy concretos, al menos no incomoda tanto a la Casa Gris como la idea de los diputados de la oposición que esta semana salieron a plantear que la EPE retrotraiga sus tarifas a noviembre del año pasado y no toque más por 2018 las boletas.
Pirola prefirió no opinar sobre el proyecto de la otra Cámara, aunque admitió que sería poco realista retroceder con las tarifas sin fondos con los que equilibrar las cuentas. Para el senador, se trata de conformar un espacio de debate con las entidades de la producción y el comercio para encontrar paliativos que permitan pasar lo que describe como una situación de emergencia.
En tanto, Geese sostuvo que son “declaraciones del momento político” los pronunciamentos como los de los diputados opositores y le puso números a la iniciativa en favor de congelar todo a los valores de fines de 2017. “Harían falta unos $ 5.000 millones para afrontar los costos de la energía mayorista si eso se aprobara, o de lo contrario nos atrasaríamos con Cammesa y perderíamos los subsidios para los casos sociales”.