El posteo sorprendió y generó comentarios de los más diversos: desde los respaldos más férreos al Gobierno hasta muestras de desconfianza y reproches severos por la crisis económica. Mauricio Macri difundió en su cuenta de Instagram un mensaje de voz de un supuesto camionero que usó el Paseo del Bajo, la obra que inauguró el Presidente ayer a la mañana.
“No, boludo. Es orgásmico, boludo. Es orgásmico. Ya crucé la Capital, boludo, ya la crucé. ¿Entendés que ya la crucé, guacho?”, dice un hombre en el audio que transmitió Macri.
“Hace cinco minutos estaba allá en Barracas todavía, boludo, y ya estoy acá pasando por Aeroparque. Tranquilo, boludo. Todos micros y camiones, nada más, no hay autos, nada de eso”, se entusiasma.
El trabajador insiste: “Es una locura, guacho, tengo ganas de llorar, boludo, no puedo creer que ya crucé la capital”.
Enseguida Macri utilizó sus redes sociales para publicar una foto de la obra que cambia la forma de circular en el ingreso a la ciudad de Buenos Aires. “COSAS QUE SE TOCAN CON LAS MANOS”, es el texto que acompaña la imagen.
Cosas que se tocan con las manos. pic.twitter.com/ljKssGYYw9
— Mauricio Macri (@mauriciomacri) May 28, 2019
El Presidente prolongó así el discurso que había pronunciado más temprano en el acto que compartió junto al jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, y la gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal.
“Decidimos terminar con que los recursos de los argentinos terminen en manos de unos vivos, en bolsos que vuelan por los aires”, afirmó Macri, mientras se agachaba para tocar el piso: “Esto no es relato; este pavimento es real, está bien hecho, es rugoso y va a durar muchos años sin siquiera tener que mantenerlo, y esto le empieza a cambiar la vida a mucha gente”.
El Paseo del Bajo es un corredor vial de 7,1 kilómetros que desde este lunes conecta las autopistas Illia y Buenos Aires-La Plata con carriles exclusivos para el tránsito pesado y accesos rápidos y directos a la zona del puerto de Buenos Aires y a la Terminal de Retiro.
Fueron 28 meses los que demandaron las obras que, según prometieron desde el Gobierno de la Ciudad, harán que los vecinos ahorren hasta 37 minutos de viaje en su ingreso a la Capital Federal, una zona -hasta ahora- siempre conflictiva en materia de congestionamientos.
Desde la administración porteña sostienen que la megaobra mejorará la fluidez del tránsito de autos, colectivos, camiones y que aumentará la seguridad vial en toda esa zona del centro porteño, agilizando la conectividad vehicular entre el sur y el norte del conurbano bonaerense.