El crimen por encargo de un profesor de inglés que derivó en la prisión de su exesposa abrió un foco de escándalos en el barrio de Beverly Hills de la ciudad de Punta del Este (Uruguay). En el entramado, que incluye fiestas sexuales con intercambio de parejas, están involucradas figuras conocidas en el Río de la Plata, entre las que se encuentra un “alto funcionario de la administración del expresidente argentino Carlos Saúl Menem”.
La mujer, que ejerció prostitución en el balneario y que organizaba fiestas swingers en uno de los barrios más coquetos, fue a prisión preventiva, imputada como coautora de un delito de homicidio especialmente agravado.
El caso acapara atención porque combina varios factores como para una novela de fin dramático: prostitución VIP, comunidad gitana, profesor de inglés acusado de proxenetismo, consumo de drogas, orgías sexuales entre gente de “alta sociedad” y de ámbitos de poder, sicariato, disputa por patrimonio millonario, hijos de rehenes y todo en una zona exclusiva de mansiones de Punta del Este.
El caso se destapó por el crimen de Edward Vaz, un profesor de inglés, al que dos sicarios asesinaron el 9 de julio en la casa del docente, supuestamente contratados por la exesposa. La mujer era presentada como “princesa gitana” (hija de gitano importante en el país) y organizaba fiestas swingers en su mansión “Gypsy Queen” de uno de los barrios más caros de Punta, cerca de la avenida Pedragosa Sierra, la zona de los principales restaurantes.
Vaz y “Lulú” (de iniciales L.J.M.) se habían casado en el otoño de 1997 y tuvieron dos hijos. Se divorciaron hace poco más de dos años, pero mantuvieron vínculos y disputa sobre un millonario patrimonio.
La imputada por contratar sicarios para matarlo, y de esa forma terminar la disputa judicial, hizo declaraciones antes de ser detenida y acusó a su exmarido de haberla obligado a prostituirse durante años y, luego, manipularla para quedarse con su dinero.
Pero el profesor vivía en un modesto apartamento de Maldonado y ella seguía una vida más lujosa, junto a su amiga y compañera de prostitución.
La mujer ahora tenía otra pareja y dice que fue quien le permitió salir de la vida de sexo por dinero. Acusa a su exmarido, ahora muerto, de haberla obligado no sólo a ejercer la prostitución, sino a consumir drogas. También lo señala como alguien que la presionaba para vivir de ella y quedarse con su patrimonio.
¿De quién era la mansión “Gypsy Queen” de Beverly Hills donde hacían las fiestas sexuales y lograban grandes recaudaciones?
Según “Lulú”, la casa era de su amiga Leticia, quien había obtenido dinero de un amante o cliente, que era un influyente argentino. El diario “El País” dice que “un alto funcionario de la administración del expresidente argentino Carlos Saúl Menem fue quien puso el dinero para la compra del terreno donde hoy se levanta la lujosa mansión” y que “luego entregó otra suma de dinero para construir los dos inmuebles que forman la propiedad”.
La residencia está ubicada sobre la calle Curupay, entre Los Espinillos y Los Arrayanes, y ella dice que fue vendida a un brasileño, pero que se quedó ahí como cuidadora.
En medio de disputas judiciales cruzadas, “Luluky” se comunicó el domingo 8 con un albañil que hacía tareas de mantenimiento en el chalet para hacerle un pedido: “Mañana vienen dos muchachos de Montevideo para darle un susto a mi exmarido y preciso que no me falle”.
Le encargó que los fuera a esperar a la Rambla puntaesteña y le dijo “que uno de ellos vestiría un saco negro, que lo iban a estar esperando y que los tenía que llevar a la vuelta de la casa de Vaz, esperarlos y luego dejarlos en el mismo lugar donde los había recogido”.
Así lo hizo. Y así fueron a la casa de Vaz, tocaron timbre y cuando salió a la vereda lo ejecutaron de un balazo en la cabeza.
Las cámaras de seguridad registraron el automóvil y su recorrido, las grabaciones de los teléfonos mostraron el vínculo. La policía detuvo a “Luluky” y al conductor del auto, que fueron a prisión. Mientras, siguen buscando a los sicarios.
Pero la disputa entre abogados de las partes sigue, y la atención se focaliza en los secretos de la mansión “Gypsy Queen”, en quién pagó por la casa y en los que se vieron involucrados en las fiestas.