Fue en el límite entre General Lagos y Pueblo Esther. Anoche fue identificado. Se presume que se trató de un ajuste entre maleantes.
Un hombre de 58 años, identificado al cierre de esta edición como José Norberto Urquiza, fue hallado ayer asesinado de un balazo en la nuca en un camino rural de Pueblo Esther.
Por los primeros indicios del caso se sospechaba que se trató de un crimen mafioso ejecutado en ese mismo lugar, donde se encontró una vaina servida calibre 45.
El cuerpo fue descubierto a media mañana a la vera de un camino de tierra paralelo a las vías del ferrocarril Mitre, entre Pueblo Esther y General Lagos. El caso quedó a cargo del fiscal de Homicidios Miguel Moreno, que ordenó el levantamiento de rastros en la escena del crimen y la posterior remisión del cadáver al Instituto Médico Legal (IML) para la realización de la autopsia y la identificación dactiloscópica.
A un costado
El cuerpo de Urquiza fue encontrado ayer a media mañana al costado de un camino de tierra que corre en forma paralela al oeste de las vías, a mitad de camino entre la ruta 21 y la autopista Rosario-Buenos Aires. El lugar del hallazgo, unos mil metros al sur de la transitada ruta A-012, está flanqueado por campos y viviendas aisladas, al parecer de fin de semana. A unos 200 metros está el ingreso a la casa más cercana. Y a unos 800 metros están los fondos de un barrio cerrado conocido como Sol Paraná cuyo ingreso principal está sobre la A-012, a unas treinta cuadras de la planta urbana de Pueblo Esther.
Según comentaron fuentes policiales y judiciales, el cadáver fue visto alrededor de las 10 de la mañana por una mujer que al parecer vive en las inmediaciones y llamó al Comando Regional de Arroyo Seco. Sin embargo, los efectivos no encontraron nada en su jurisdicción pero poco después ingresó un llamado al Comando Regional de Pueblo Esther, puesto en funcionamiento desde hace un año y medio en virtud del crecimiento y la expansión demográfica experimentada en esa localidad.
Los uniformados llegaron en una camioneta y transitaron cerca de mil metros en el camino embarrado. A un costado, cerca de una zanja, encontraron al hombre vestido con una campera azul debajo de la cual llevaba otra campera beige, una remera roja, pantalón jogging azul y zapatillas de ese mismo color. Los voceros consultados remarcaron que el cuerpo de Urquiza presentaba varios tatuajes y no encontraron documentación alguna entre sus pertenencias.
Sobre las 13 fue convocada al lugar una brigada de Homicidios de la Policía de Investigaciones (PDI). Primero determinaron que el hombre presentaba un impacto de bala con orificio de entrada en la nuca y salida en la boca. En la escena se halló una vaina calibre 45 y una ojiva enterrada en el barro, lo que en principio da a entender que el homicidio se pudo haber perpetrado allí.
Sin testigos
Una vez enterado del hallazgo, el fiscal Moreno ordenó relevar la existencia en la zona de cámaras de vigilancia que pudieran haber captado imágenes con información sobre los homicidas y la búsqueda de testigos. Pero en la zona sólo hay un domo a unos 800 metros y hasta ayer a la tarde los pesquisas no habían localizado testigos presenciales, mientras que los vecinos de la zona manifestaron no haber escuchado nada.
En cuanto a las hipótesis primarias que manejan los pesquisas, “por su apariencia y tatuajes podría ser un viejo ladrón ajusticiado por negocios turbios o quizás alguien herido mortalmente en un hecho delictivo que fue abandonado allí por sus cómplices en fuga”.