El inicio de esta obra estuvo a cargo del Padre Eduardo Tomassini y el empeño continuó de la mano del querido Diácono Edgardo Bonini, el legado del Padre Víctor Hugo Balangero y la continuación y finalización del Padre Neri Zbrun.
Una nueva obra se hace realidad en San Vicente, con aportes de la Comuna pero sobre todo con todas y cada una de las donaciones recibidas por parte de la comunidad sanvicentina, sin ellas no hubiese sido posible lograrlo.
Es por eso que se saluda y felicita a todos los que aportaron su granito de arena para que hoy la Casa de Cáritas ya esté en marcha y atendida por las Damas Colaboradoras y sus manos solidarias.