El gobernador de Santa Fe se quejó de la lentitud de la Justicia que demoró “seis años en resolver el caso” y señaló que “no había pruebas para condenarlo”.
El gobernador de Santa Fe, Miguel Lifschitz, se refirió hoy a la absolución del exjefe de policía de la provincia, Hugo Tognoli, por parte de un fallo del Tribunal Federal Nº 2. “Esto no solo implica un daño para la persona y para su familia, sino también el daño institucional que se le produjo al gobierno de la provincia en todos estos años”, argumentó el gobernador.
Lifschitz también fustigó la demora de la Justicia en resolver el caso, puesto que Tognoli estuvo cinco años y dos meses presos y, de acuerdo, al Tribunal que lo liberó por el beneficio de la duda no había pruebas suficientes. “Me llama la atención la lentitud de la justicia, que tardó seis años para resolver un caso”, analizó.
Y enseguida agregó: “No había pruebas ni elementos suficientes para producir una condena, pero esto se sabía desde el primer momento. Entonces uno se pregunta porque se demoró tanto tiempo, no solo por el daño que se le produjo a la persona y a su familia, sino también por el daño institucional que se le produjo al gobierno de Santa Fe durante estos años”.
“No había pruebas ni elementos suficientes para producir una condena, pero esto se sabía desde el primer momento”
“No había pruebas ni elementos suficientes para producir una condena, pero esto se sabía desde el primer momento”
Consultado sobre si esta situación fue producto de una maniobra política, el gobernador comentó: “La realidad siempre se impone, más temprano que tarde. Está claro que el narcotráfico es un problema general del país, de todas las provincias, y también está claro que hay corrupción policial, nunca nadie lo ha ignorado, pero lo importante es la actitud que toman los gobiernos para enfrentarlos y eso es lo que estamos haciendo en Santa Fe”.
Por último, el gobernador también calificó como “preocupante” al acuerdo reciente que firmó el gobierno nacional con el Fondo Monetario Internacional (FMI). “Es preocupante, porque cuando uno llega a recurrir al FMI es porque la economía está en emergencia, está complicada. Es como cuando a un paciente lo llevan a terapía intensiva, siempre es para preocuparse. No quiere decir que todo termine mal, siempre se puede salir de ahí, porque además del dinero fresco que ingresará al país, la contrapartida son las medidas de restricción del gasto que tienen impacto social, más allá de que se quieran disimular. Pero habrá reducción de la obra pública, de gastos sociales, de subsidios, y todo eso tiene impacto social”, sentenció el gobernador, al tiempo que señaló que “vamos a ver cómo hacemos para ir protegiendo y cuidando a los sectores más vulnerables, para que el efecto de esas medidas sea el menor posible”.