La AFA suspendió ayer el ensayo del sábado ante Israel debido al creciente repudio de la comunidad palestina
La selección argentina debió alterar los planes en la vigilia del debut mundialista, que será el próximo sábado 16 de junio ante Islandia en Moscú. Porque ayer se canceló el amistoso previsto para este sábado ante Israel debido a cuestiones extrafutbolísticas, que incluyeron protestas palestinas y hasta hubo un llamado del primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, al presidente Mauricio Macri para pedirle que interceda ante la AFA para que se dispute el ensayo. Sin dudas que fue un día agitado desde lo organizativo en el campamento argentino en Barcelona, donde evidentemente la pelota quedó en segundo plano y ahora se busca un rival de urgencia para hacer fútbol formal antes del estreno en la máxima cita ecuménica. Este cambio de ruta es al menos una desprolijidad que no está a la altura de una selección de primer nivel como es la argentina .
Argentina no viajará a Israel para jugar ante la selección local el partido amistoso previo al Mundial debido a las protestas de grupos palestinos contra la disputa de ese encuentro, que iba a desarrollarse el sábado en Jerusalén, en el marco de las celebraciones por el 70º aniversario de la creación del Estado israelí.
Una alta fuente de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) confirmó que la entidad decidió suspender el partido. La información surgió pocas horas después de que una decena de activistas pro palestinos protestaron con camisetas albicelestes manchadas de sangre frente al complejo deportivo del Barcelona, donde la selección argentina realiza la preparación para el Mundial.
El encuentro iba a disputarse originalmente Tel Aviv, pero se cambió al estadio Teddy de Jerusalén, con mayor capacidad de espectadores y situado en el vecindario de Malha, donde se destruyó lo que era una aldea palestina durante la guerra que estableció a Israel hace 70 años. La sede del duelo, además, se encuentra a menos de cien kilómetros de la línea limítrofe con Gaza.
Esto desató una ola de protestas, primero en Buenos Aires frente a la sede de la AFA, mientras que el presidente de la Federación Palestina de Fútbol convocó el pasado domingo a los aficionados árabes y musulmanes a quemar imágenes y camisetas de Messi si jugaba ante Israel.
Una fuente de la cadena de televisión Torneos y Competencias, dueña de los derechos del partido, reconoció bajo condición de anonimato que la suspensión del partido fue a partir de un pedido de los jugadores por temor a sufrir represalias. “Este partido es como que nosotros celebráramos el aniversario de la ocupación de Malvinas, esto sería una aberración, una falta de respeto y una agresión al sentimiento del pueblo argentino”, dijo el embajador del Estado de Palestina en Argentina, Husni Abdel Wahed, quien habló el lunes a radio Cooperativa de Buenos Aires.
Argentina tenía previsto jugar ante Israel el último choque de prueba previo al Mundial, en el cual debutará ante Islandia el 16 de junio en Moscú por el grupo D, que también integran Nigeria y Croacia.