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LA CAPITAL
El ministro de Gobierno, Esteban Borgonovo, acusó al ex gobernador Miguel Lifschitz de bloquear el proyecto. En el FPCyS lo acusan de patear el tablero.
A poco más de 48 horas para que la Cámara de Diputados de la provincia trate la ley de necesidad pública, los frágiles puentes de diálogo entre el oficialismo y la oposición parecen derrumbarse. El ministro de Gobierno de la provincia, Esteban Borgonovo, acusó ayer al ex gobernador y actual presidente de la Cámara baja, Miguel Lifschitz, de tener una actitud mezquina y negarle herramientas al gobernador. No sólo eso: lo responsabilizó por “quebrar la convivencia política que había sido norma del ’83 en adelante” si finalmente el proyecto es rechazado.
Desde el Frente Progresista le salieron al cruce: el presidente del bloque del Frente Progresista en Diputados, Pablo Farías, señaló a LaCapital que con sus dichos Borgonovo “patea el tablero” y aleja las posibilidad de un acuerdo con el gobierno de Omar Perotti. Y lanzó: “Cuesta creer que el gobierno quiera que salga la ley”.
Luego de la media sanción del Senado, el último jueves, desde el PJ y el FPCyS entraron en una política de control de daños ante el probable naufragio de la necesidad pública en la Legislatura. Es que la Cámara alta aprobó —con modificaciones— el proyecto elaborado por el gobierno y que el bloque mayoritario en Diputados considera invotable, por dos razones: el monto del endeudamiento y la delegación de facultades al Ejecutivo.
En este marco, Borgonovo disparó: “Sigo viendo una actitud muy mezquina por parte de sectores de la oposición, que decidieron no acompañar al gobierno y no tener la misma actitud que tuvo el PJ con mayoría en las Cámaras hace poco tiempo atrás. Estamos ante un hecho bastante grave y penoso para la provincia”.
Por su lado, Farías respondió: “Es realmente insólito que el ministro que debe mantener el diálogo con la Legislatura, al mismo tiempo que fracasó en lograr un dictamen unificado, patee el tablero”.
Y agregó: “Lo lógico sería que el ministro esté buscando acercar posiciones, no alejarlas con acusaciones falsas y sobre todo con presiones cuasi extorsivas”.
Ayer, entrevistado en La Ocho, Borgonovo lanzó: “Si no sale la ley, Miguel Lifschitz va a ser responsable de impedirle al gobierno de no contar con recursos que necesita el gobierno para atender la cuestión alimentaria, el boleto educativo gratuito y financiar el congelamiento de las tarifas… Y también va a ser responsable de quebrar una falta de convivencia política que había sido norma del ’83 en adelante”.
Farías desmintió que sin la necesidad pública el gobierno pueda avanzar con estas políticas y advirtió: “Cuidado, porque plantear que gastos que van a ser permanentes sean sostenidos con deuda puede llevarnos a un resultado muy negativo”.
En tanto, desde el entorno de Lifschitz, blanco de las acusaciones de Borgonovo, aseguraron a este medio que el ex mandatario provincial sostendrá el estricto bajo perfil y remarcaron que no entrará en polémicas.
Lo cierto es que el proyecto insignia de la administración Perotti llegará mañana a Diputados, un territorio hostil para el oficialismo: el PJ tiene sólo 6 bancas sobre 50; el Frente Progresista, 28.
“Nosotros vamos a darle ingreso en la próxima sesión, y le daremos el tratamiento que corresponda. No está en el ánimo archivar —adelantó Farías—, aunque ya adelantamos nuestra posición respecto a ese texto”.
Para el antecesor de Borgonovo hay una diferencia con diciembre, cuando Diputados rechazó la ley de emergencias: “Ahora la oposición ha planteado una alternativa, en ese momento no la teníamos, que se expresó en el dictamen de minoría (en el Senado). Sería importante que el gobierno lo tenga en cuenta”.
El proyecto del FPCyS permite autorizar endeudamiento por hasta 22 mil millones de pesos para el período 2020, frente a los casi 40 mil millones que pide el gobierno.
En este escenario, Farías afirmó que “el giro a comisiones no implica una maniobra dilatoria”, y que “el tratamiento será más o menos rápido en la medida de que haya voluntad del gobierno de buscar diálogo”.
Michlig quiere una respuesta de Diputados
El ministro de Gestión Pública, Rubén Michlig, dijo ayer que espera que la Cámara de Diputados trate y apruebe la ley de necesidad pública, el proyecto del gobernador Omar Perotti que ya tiene media sanción del Senado. El funcionario condicionó la sanción de la norma no solo a las urgencias financieras que tiene el Ejecutivo, sino también a los municipios y comunas.
“Lo que se le niega a la provincia, se le niega a los municipios”, dijo Michlig.
“Se exprese por sí o por no, pero queremos que se exprese, porque detrás de este proyecto hay un montón de santafesinos que están esperando respuestas en una situación de emergencia”, declaró sobre su tratamiento en Diputados, previsto para el jueves.
Michlig agregó que “hay que entender que una negativa (al proyecto) va a provocar dificultades a la provincia, pero también a municipios y comunas: queda claro que lo que se le niega a la provincia, se le niega a los municipios, y hay municipios que están en una situación más delicada que la provincia”.
El funcionario sostuvo que no es cierto que “la ley de necesidad pública habilita la vuelta de los ejecutores fiscales, en ninguna parte de la ley lo dice”. Y en el mismo sentido se manifestó respecto de los “superpoderes”.
“Eso es una falsedad absoluta. Son facultades propias de las situaciones de emergencia, pero con facultades muy limitadas respecto de situaciones similares a las que vivió la provincia, y similares a las que tuvo el Frente Progresista cuando tuvo que enfrentar la emergencia en Seguridad”.
