El ministro de Hacienda se propone “bajar el déficit de manera rápida”. La meta es un recorte de $ 20 mil millones en la administración central.
La austeridad bien entendida, ¿empieza por casa? Así parece sugerirlo el plan que prepara Nicolás Dujovne a instancias del presidente Mauricio Macri: que el recorte del gasto público arranque en su entorno inmediato, en el ámbito del Poder Ejecutivo y de empresas descentralizadas, en el llamado “gasto político”.
El objetivo es la reducción del déficit fiscal en unos $ 20 mil millones de la manera “más rápida posible”. El objetivo es pasar a un de un déficit primario de 2,7% este año a entre 1,7 y 1,5% el próximo. Son unos U$S 5 mil millones que el Estado no tiene y que debe “ajustar” para luego lograr el crédito del FMI y que el panorama no empeore.
Pero el ajuste político propuesto aún no alcanza para lograr ese objetivo. Sin embargo lo que Dujovne dejó trascender a medios nacionales arranca por la propia Casa Rosada para “dar el ejemplo”. Incluso el ministro de Hacienda confió -según revela hoy Clarín- que “yo no tengo problemas en pagar el costo que haya que pagar, incluso entre mis colegas del Gabinete”.
Aún falta la planilla detallada del ajuste que el ministro coordinador requirió a las 9 carteras que integran esa mesa de trabajo. Junto a Dujovne trabaja el ministro de Modernización, Andrés Ibarra, que ya no habla sólo de ahorrar papel modernizando procedimientos. es hora de decisiones más incisivas.
En la mira están los sueldos dobles, los salarios de altos organismos (Afip, Banco Central), los viáticos (se gastan unos $ 5 mil millones al año), los funcionarios de segunda línea con autos y choferes y los vuelos en primera clase de los funcionarios nacionales. También el rojo de empresas públicas o con participación estatal mayoritaria, que requieren del Tesoro unos $ 90 mil millones, con porciones destacadas de YPF y Aerolíneas Argentinas.
Desde Hacienda recuerdan además el discurso del presidente a inicios del presente año en el CCK. Es el de la Biblioteca del Congreso, que emplea a más de 1.700 personas. “No se puede mantener tanta cantidad de ñoquis y menos con sueldos tan altos. La Biblioteca es solo un caso”. Un aviso al Poder Legislativo -a la oposición- sobre lo que se espera de ellos en esta instancia.
La idea esbozada incluye la suspensión por dos años de nuevos empleados en la administración pública nacional, con excepción de las Universidades, el Conicet y el servicio exterior. La planta permanente está compuesta hoy por 208.000 agentes; cuando asumió Mauricio Macri -a finales de 2015- eran unas 240.000 personas.
Pulseada por tarifas
Es un costo de entre y $ 100 mil millones al año, según la fuente que se consulte. Pero el debate sobre tarifas trae atada la pulseada por el dpeficit fiscal, entre el peronismo que propone menos recortes y el oficialismo que replica que no hay plata para volver a los subsidios.
El senador nacional Maurice Closs, que integra el bloque Misiones, adelantó que “lo más probable” es que su bancada, que comparte con la senadora Magdalena Solari Quintana, se abstenga a la hora de votar en el recinto de la Cámara alta, el miércoles próximo.
“No me gusta ninguno de los dos proyectos, en especial el del IVA (de Cambiemos, y que propone bajar a la mitad el impacto en las boletas de ese tributo coparticipable). Me parece complicado, porque les quita recaudación a las provincias, vamos a tener ajustes por todos lados en los presupuestos provinciales”,‘, planteó el ex gobernador misionero y actual senador nacional. Por su parte el senador nacional Humberto Schiavoni (Cambiemos) se mostró hoy confiado en que la semana próxima el oficialismo pueda acordar en el Congreso un “proyecto consensuado” de tarifas con el peronismo federal.
“Fracaso”
El asesor en la intervención del PJ nacional, Julio Bárbaron, afirmó que el país “necesita de un proyecto racional, no de la pertenencia a un bando o un sector. El fracaso del Gobierno no nos puede llevar a retroceder al fracaso anterior, nos debe obligar a un acto creativo superador”. Planteó en su columna para infobae que “debemos pensar en serio qué Estado necesitamos y cómo desarrollamos un sistema productivo capaz de generar trabajo, y no tan solo ganancias para los bancos y los intermediarios”.