DIARIO UNO
Los tres candidatos a gobernador buscan captar a quienes votaron a otros candidatos, votaron en blanco, anularon su voto o no fueron a las urnas.
En la política del Siglo XXI es muy difícil saber cuáles son las variables que influyen en una persona a la hora de decidir su voto y ningún dirigente, partido o frente político se puede sentir el dueño de los votos. Pero los tres candidatos a gobernador que competirán el 16 de junio en las elecciones generales ya tienen una radiografía de cómo se votó (y dónde no) en las Paso para salir a buscar los votos que los depositen en la Casa Gris.
Calculadora en mano, Antonio Bonfatti, que consiguió 510.445 votos en las primarias; Omar Perotti, con 465.061; y José Corral, con 322.935, armaron una radiografía de la provincia para saber dónde están los votos de las personas que el 28 de abril pasado tomaron otras opciones.
Entre los votos en la categoría a gobernador a candidatos de otros frentes que no llegaron a las generales, se sumaron 107.091 sufragios; además hay 239.107 votos que fueron a María Eugenia Bielsa; los votos en blanco sumaron 120.221; los votos anulados, 92.986.
A esos números se les debe sumar –haciendo un cálculo conservador– un aumento de un 5% en la asistencia de votantes, lo que supondría 133.485 personas más que irían a votar. Así se llega a una cifra de 692.890 votos que en las Paso no fueron hacia Bonfatti, Perotti ni Corral. Todo un número que, si bien no será absorbido en su totalidad por los tres candidatos que quedaron en carrera, será decisivo para definir la elección de junio.
Entre las fuerzas que no llegaron a las generales se encuentran Nueva Izquierda (25.926), el Frente de Izquierda y de los Trabajadores (37.165), Espacio Grande (20.314) y Alternativa Federal (23.686). Pero, además, no estará la segunda candidata de Juntos, María Eugenia Bielsa que con sus casi 240 mil votos concentra prácticamente un tercio de los casi 700 mil votos.
Allí Perotti buscará retener todos los votos que pueda dentro del Frente Juntos. La pregunta que surge es si Bielsa obtuvo mayoritariamente un voto orgánico del peronismo santafesino o si cosechó voluntades entre un electorado más heterogéneo, con perfil progresista que sintió a esa candidata más cerca de Cristina Fernández de Kirchner que a Omar Perotti, que fue quien hizo el acuerdo electoral con la expresidenta.
Pero ahora habrá que ver cómo impacta el cambio de estrategia nacional del kirchnerismo. La decisión de Cristina de ser candidata a vicepresidenta y que la fórmula la encabece Alberto Fernández es una jugada de ajedrez pensando en octubre. Pero, a la vez, es una movida que puede tener sus efectos en las elecciones provinciales. De todas formas, en junio, Santa Fe elegirá gobernador y sólo hay tres apellidos: Bonfatti, Perotti o Corral.
Respecto de los votos en blanco, que en esta ocasión fueron 120.000 (6,81% de los votos válidos), la inmediata referencia es la elección de 2015. En aquella ocasión se redujeron a la mitad entre las Paso y las generales. Mientras que los votos anulados tuvieron una leve reducción entre las Paso y las generales de 2015.
Otro de los puntos a tener en cuenta es que fue baja la asistencia de los votantes en las Paso de 2019. Sólo participó el 69,59% del total del padrón. En 2015, en las primarias, la participación llegó al 72,51%, mientras que en las generales el porcentaje creció hasta el 76,33%, lo que significa un 6,74% más que en las Paso de este año.
Por ese motivo, una estimación razonable es que en las generales vote un 5% más de personas que en las Paso. Si eso es así, se sumarían 133.485 personas a votar que no lo hicieron el 28 de abril. Si la participación es aún mayor, más electores serán los que se incorporen y ahora tendrán sólo tres opciones, mientras que en 2015 eran cinco los candidatos en las generales.