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En Santo Tomé un hombre fue asesinado a puñaladas. En barrio Abasto, otro hombre murió tras recibir un tiro en el rostro
Un brote de violencia alteró la tranquila tarde del sábado. Fue una ráfaga que dejó dos muertos, varios heridos y otros tantos detenidos.
El primer sacudón provino desde Santo Tomé, más precisamente desde la zona de Centenario al 2600, esto es, en pleno centro de la vecina ciudad, donde una discusión por unos perros terminó en un hecho de sangre.
Eran cerca de las 18 cuando varios llamados telefónicos al servicio de emergencias dieron cuenta de un grave incidente, en el que estaban envueltos varios hombres y una mujer.
Los primeros policías que arribaron al lugar entrevistaron a una mujer quien refirió que momentos antes un hombre y una mujer habían atacado con cuchillos a su yerno y a su hijo, tras mantener una disputa por unos canes.
Poco después una ambulancia trasladó desde dicho sector a Mario Iván Bravo, de 33 años y a Gastón Gómez, de 24.
El último de los nombrados fue llevado hasta el Samco local donde fue examinado por una doctora quien le diagnosticó shock hipovolémico y herida de arma de blanca debajo del hombro derecho.
Culminada esta primer asistencia Gómez fue derivado al hospital José M. Cullen de nuestro medio donde quedó internado en observación.
Por su parte Mario Bravo quedó fallecido en el lugar del incidente. El mencionado presentaba dos certeros “puntazos”; uno en la zona del tórax y el restante a la altura de la axila.
Como es de rigor la investigación del caso quedó a cargo de los agentes de la PDI quienes rápidamente tomaron cartas en el asunto.
Luego de algunas averiguaciones procedieron a la detención de un muchacho de 25 años y una mujer, de 21, quienes son señalados como los autores de las agresiones.
Tiro en el ojo
Pero minutos después de este suceso un nuevo hecho violento movilizó a la policía.
Del caso se tuvo conocimiento cerca de las 19 cuando personal del hospital Mira y López dio cuenta del ingreso del llamado Juan Domingo Alvarez, de 30 años.
El nombrado había sido trasladado en un vehículo particular desde la zona de Monseñor Rodríguez al 7000, esto es, en barrio Abasto, en la zona noroeste de la ciudad.
Los médicos que asistieron a Alvarez indicaron que tenía herida de arma de fuego en globo ocular, con pérdida de masa encefálica.
Su estado de gravedad era extremo, motivo por el cual se dispuso su urgente traslado hasta el hospital Cullen.
En este último nosocomio permaneció alojado hasta poco antes de la medianoche en que se produjo su fallecimiento.
Respecto a los pormenores del caso fuentes confiables indicaron que Alvarez se encontraba en el sitio ya mencionado cuando, por motivos aun no del todo claros, fue agredido por un tal “Yair”, quien le efectuó un disparo a quemarropa en el rostro, para luego darse a la fuga.
