La harina, la batata y la cebolla son los alimentos que encabezan la lista de productos comestibles que más aumentaron desde que comenzó el año hasta el mes pasado. En algunos casos, la variación acumulada de los productos llega a los tres dígitos en sólo ocho meses, aunque, como contracara, hay rubros que presentan una baja en la misma estimación.
Las variaciones se desprenden del estudio que, todos los meses, realiza y controla el Centro de Educación, Servicios y Asesoramiento al Consumidor (Cesyac). Se trata de un listado de 50 productos de consumo masivo que se dividen en cinco grupos: comestibles envasados, carnes, productos de limpieza, frutas y veduras y bebidas.
El director ejecutivo del Cesyac, Juan Marcos Aviano, explicó: “La cantidad que se establece como monto de ese conjunto de productos es para que se alimenten y estén cubiertos los artículos de limpieza y de aseo personal de cuatro personas”.
“Calculamos un precio promedio de cada producto, de los precios que se encuentran en los cuatro supermercados y, de allí, se saca la variación promedio del mes anterior. Por eso, también se puede calcular el acumulado”, añadió Aviano.
El producto que más sufrió aumentos fue, por escándalo, la harina. Según el estudio que realizó Cesyac, una de las materias primas básicas que se utilizan en la cocina, registró una variación acumulada del 127,76 por ciento desde enero hasta agosto.
Otro de los alimentos que muestra una variación acumulada que supera los tres dígitos es el camote. El kilo ya trepó al 106,56 por ciento, desde que empezó el año hasta el mes pasado.
Los únicos productos de los comestibles que presentan aumentos de un sólo dígito son la leche (1,50 por ciento) y el zapallo (3,42 por ciento ).
Otro rubro que no escapó a los aumentos fue el de las carnes. La tapa de asado fue el corte que más variación acumulada presenta en lo que va del año, con un 30,69 por ciento arriba. Le siguen el roast beef (29,33 por ciento) y la merluza (22,57 por ciento); el kilo de pollo lo sigue de cerca con el 21,25 por ciento.
A pesar de que algunas cifras son elevadas, Aviano indicó que esos aumentos, que se dieron en agosto, no son definitivos: “Los aumentos que se vinieron acumulando y que están manifestados tienen que ver con el proceso devaluatorio que arrancó entre abril y principios de mayo”.
“Los aumentos fuertes por la devaluación se van a ver en los próximos meses. Por lo tanto, la situación va a tender a complicarse”, aseguró en otro orden el director ejecutivo de la entidad Cesyac.
Caídas
Dentro del listado también se encuentran distintos productos que no sufrieron tantas modificaciones en sus precios o, directamente, tuvieron un brusco descenso en lo que va del año; inclusive, también en el período julio-agosto.
Tal fue el caso de la papa, ya que el kilo lleva, en lo que va del año entre aumentos y descensos, un acumulado favorable al consumidor de 36,12 por ciento.
Los casos más significativos del período que pasó se dieron en el rubro frutas y verduras, el que más rebajas presentó: 27,44 por ciento el tomate; 21,51 por ciento la cebolla (a pesar del acumulado negativo que lleva a lo largo del año) y 19,16 por ciento la lechuga. Todos, contabilizados por un kilogramo.
Justamente, el rubro frutas y verduras es el único de los cinco grupos tomados por Cesyac para realizar el estudio que presenta una variación acumulada en negativo.
Desde que arrancó el año, ese grupo de alimentos presenta un descenso del 8,49 por ciento a pesar de que, entre los elementos tomados como referencia están la batata, con 106,56 por ciento de variación acumulada, y la cebolla blanca, con 71,31 por ciento del mismo índice.