Según las mediciones de Prefectura Naval Argentina, el Paraná descendió en apenas 12 horas 0,26 metros. Ello se debe a que el mismo organismo registró una altura de 0,17 metros el domingo a la medianoche.
El fenómeno histórico ya no son las marcas negativas que alcanza a tener el Paraná en el puerto sino local, sino que está dado por las extensión en el tiempo de la bajante. Es que hace dos años que el escenario sigue siendo el mismo.
Juan Borús, subgerente de alerta hidrológico del INA, manifestó que la situación “no tiene vistas de cambio sobre lo que venimos viendo desde marzo del año pasado. Se hizo una reunión mensual en el Servicio Meteorológico Nacional en donde se analizan las tendencias climáticas y no hay motivos para ser optimista“.
“El nivel de la escala de Corrientes, que es donde entra el río Paraná en territorio argentino es la más baja desde que empezó la bajante. Inclusive deberíamos pensar que va a bajar un poco más de lo que está ahora en todas las escalas a lo largo del río”, afirmó el especialista la semana pasada.
Para el especialista, el hecho que el Paraná pueda comenzar a repuntar a mediano plazo “dependerá de donde se dan las lluvias y la frecuencia, de manera que el patrón de precipitaciones sobre la alta cuenca del Paraná, la alta cuenca del Paraguay y la alta cuenca del Iguazú se vaya normalizando“.
“Una vez que eso ocurra hay que esperar que la condición de humedad de suelos en general también vaya normalizándose y a partir de ese momento se podría pensar que los afluentes menores del Paraná aportarán un caudal mayor y va a ir creciendo”, definió al respecto Borús.