La actividad económica de la provincia acumula una caída del 2,3% durante los primeros siete meses del año, de acuerdo a la medición que realiza periódicamente el Centro de Estudios y Servicios de la Bolsa de Comercio de Santa Fe.
La entidad advirtió que la recesión se propaga sectorialmente en un “alto nivel”, a la que se suma la intensificación de la inflación y la falta de previsibilidad en el tipo de cambio. Estos factores, concluyó, “continúan alimentando una coyuntura económica desfavorable y un marco de incertidumbre para el mediano plazo”.
El Indice Compuesto de Actividad de la provincia de Santa Fe (Icasfe) presentó una disminución del 0,7% en julio. “De este modo la actividad económica provincial acumula ya una caída del 2,3% durante los primeros siete meses de 2018 y continúa profundizándose la contracción en el transcurso de la quinta recesión datada en los últimos diez años”, señalaron los especialistas de la Bolsa.
De los catorce indicadores que se consideran en el Icasfe obtuvieron variaciones mensuales negativas: patentamientos (-8,6%), remuneraciones reales (-2,4%), consumo de cemento (-2,1%), hidrocarburos (-0,5%), ventas (-0,3%), energía eléctrica (-0,3%), puestos de trabajo (-0,3%), recursos tributarios (-0,2%), y demanda laboral (-0,2%).
Los sectores con tasas positivas fueron: faena (0,5%), maquinaria agrícola (0,6%), molienda (0,8%), producción láctea (1,4%) y gas industrial (1,6%).
La actividad económica provincial pasó de caer interanualmente 0,9% en junio a 1,6% en julio, lo que implica que registró una fuerte aceleración de la fase recesiva a comienzos de la segunda mitad del año.
Inversión y consumo
“Una marcada baja en los indicadores de inversión, así como también en la disponibilidad de dinero para consumo expone un contexto negativo que difícilmente se pueda revertir en el corto plazo”, señaló el estudio de la Bolsa de Santa Fe.
El gobernador Miguel Lifschitz se mostró preocupado ayer por la fuerte caída de la actividad y aseguró que el Estado provincial intentará sostener la obra pública y preservar los 20 mil empleos vinculados a ese rubro. Reconoció que para eso deberá hacer “malabarismo financiero”.
“Todavía estamos tratando de acomodarnos porque no sabemos hasta dónde van a llegar los recortes, ni tampoco la recesión económica y el impacto que eso va a tener sobre el sector público y sobre distintos sectores de la sociedad, que muchas veces requieren servicios del Estado”, aseguró el mandatario.
El gobernador de la provincia recalcó que su “idea” es “tratar de sostener el volumen de la inversión pública, que es importantísima en Santa Fe”