El socialista también defendió su proyecto de reforma constitucional y buscó aplacar la polémica en torno a su posible reelección en Santa Fe
El gobernador de Santa Fe, Miguel Lifschitz, aseguró ayer que la ausencia de una oposición es “una ventaja” que tiene el oficialismo a nivel nacional de cara a los comicios generales de 2019, pero “un verdadero problema para la Argentina”. Y, al tiempo que defendió su proyecto de reforma constitucional, que acaba de ingresar a la Cámara de Diputados provincial, procuró aplacar la polémica en torno a su eventual reelección.
“Es una ventaja que tiene el oficialismo y un verdadero problema para la Argentina el hecho de que nadie visualiza claramente cuál es la oposición, o de qué modo la oposición podría construir de aquí al año próximo una alternativa política creíble, sólida, sustentable y con capacidad de ser una opción de gobierno”, aseveró el mandatario santafesino
Al ser consultado sobre la posibilidad de concretar una alianza política con dirigentes como Ricardo Alfonsín (UCR) o Margarita Stolbizer (GEN), el socialista afirmó que, “por ahora, son sólo conversaciones”. De todos modos, consideró que una alianza con esos sectores “no sería suficiente porque hay que pensar en un espacio más amplio, potente y federal”.
Acerca de la intervención del Partido Justicialista (PJ) a nivel nacional por una reciente disposición de la jueza federal María Romilda Servini, el gobernador señaló que “es más que evidente” que existe “un tinte político” en esa decisión judicial. En esa línea de razonamiento, el mandatario sostuvo que, “así como se reclama que la política no incida sobre la Justicia, también hay que reclamar que la Justicia no haga política, como suele ocurrir a veces”.
En otro orden, el jefe de la Casa Gris afirmó que la iniciativa que acaba de enviar a la Legislatura provincial para que esta declare la necesidad de reformar la Constitución santafesina “es un proyecto que se viene discutiendo desde hace dos años” y que, en ese contexto, “tuvo múltiples espacios de debate” en diversos ámbitos.
El debate
Sobre las críticas de la oposición acerca de que se trata de un proyecto que sólo busca allanarle el camino a un nuevo mandato consecutivo al frente de la Casa Gris, Lifschitz indicó que es “al contrario”. Y lo fundamentó al destacar que “en ningún lugar habla de reelección”.
“Simplemente en uno de los artículos, cuando se refiere al término de los mandatos, establece dos períodos de cuatro años para todos los cargos electivos, para el gobernador en el futuro, pero también fija límites a los intendentes, a los legisladores y a los concejales”, puntualizó el socialista.
En ese sentido, explicó que “quedará como un análisis posterior de la Asamblea Constituyente establecer las cláusulas transitorias que determinen a partir de qué momento tiene validez la nueva Constitución y, en tal caso, permitir o no la reelección del actual gobernador”.
Respecto de si desearía renovar su mandato en caso de que se abra esa posibilidad , Lifschitz aseguró que no lo tiene definido: “La verdad, si se diera esa circunstancia, lo analizaré en ese momento. En estos tiempos la tarea de gobierno es muy estresante y desgastante, exige mucho compromiso”.