La bancada que conduce Pichetto se unificó detrás del proyecto que ya votó Diputados. Reapareció el senador Reutemann para darle apoyo al oficialismo.
Pese a los esfuerzos que hizo el gobierno, el peronismo en el Senado se encamina hoy a propinarle una dura derrota al oficialismo al aprobar, sin no surge ningún imponderable de último momento, el proyecto para limitar los aumentos en las tarifas de servicios públicos, tal como lo aprobó la Cámara de Diputados el mes pasado. Si esto sucede, el presidente Mauricio Macri ya anunció que la vetará porque —adujo— significaría un “costo fiscal enorme” en momentos en que la Casa Rosada negocia con el Fondo Monetario Internacional (FMI) un préstamo stand by con la condición de un ajuste en el gasto público.
El proyecto que hoy votaría el Senado prevé, entre otros puntos, retrotraer el precio de las tarifas a noviembre de 2017 y que los posteriores aumentos se ajustes de acuerdo a la variación salarial. Por el contrario, la iniciativa que pondrá el oficialismo a consideración es la rebaja del IVA en el precio final de la boleta (ver página 11).
En la previa de la sesión del Senado por las tarifas, el gobierno logró ayer restarle un voto al proyecto de la oposición para limitar los aumentos, pero el bloque Justicialista ratificó que avanzará hacia la aprobación de la iniciativa.
Mientras el bloque Justicialista, que preside Miguel Pichetto, se reunía en el segundo piso del Senado, el presidente Macri y el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, recibieron en Casa Rosada a senadores del interbloque Federal, que encabeza Juan Carlos Romero.
Fuentes parlamentarias confirmaron que en ese encuentro el oficialismo logró dar vuelta el voto del neuquino Guillermo Pereyra, quien se contaba entre los senadores que votarían a favor del proyecto de la oposición pero finalmente lo hará en contra y acompañará la iniciativa del oficialismo.
De ese encuentro con Macri, participaron Romero, Pereyra, Cristina Fiore, Lucila Crexell y Carlos Reutemann, por el interbloque Federal, y los oficialistas Federico Pinedo y Humberto Schiavoni.
Esta reunión en la Rosada tuvo como dato adicional la reaparición de Reutemann en el centro de la escena política, ya que se había mantenido en un segundo plano por cuestiones de salud.
En paralelo a este encuentro, los senadores del bloque Justicialista, más el santiagueño Gerardo Zamora, se reunieron en el despacho de Pichetto y allí definieron “mayoritariamente avanzar con el proyecto que viene de la Cámara de Diputados”, según informaron voceros de esa bancada al término del encuentro.
De cara a la votación, la oposición cuenta hasta el momento con los votos necesarios para sancionar la ley que establece que las tarifas de gas, electricidad y agua no puedan subir por encima del índice de variación salarial, mientras que el oficialismo no llega al número para imponer su proyecto de rebaja del IVA en las facturas.
Cohesión
Participantes de la reunión del justicialismo confiaron que se percibió un nivel de cohesión que no se había visto nunca desde 2015 hasta ahora y que mucho tuvieron que ver con eso las últimas jugadas del gobierno para evitar la sanción de la ley impulsada por el justicialismo.
De acuerdo con las fuentes, tanto los intentos de la semana pasada para abrir una fisura en el bloque como el mensaje que dio el presidente el último lunes, cuando le pidió al peronismo que demuestre “que no se deja conducir por las locuras que impulsa Cristina Fernández de Kirchner”, unificaron a la bancada.
Una muestra de ello es que de los cuatro senadores del bloque que la semana pasada pusieron en duda su acompañamiento a la iniciativa dos decidieron votar a favor: son Guillermo Snopek y Carlos Camau Espínola.
De los dos restantes, el único que hasta el momento votaría en contra sería el salteño Rodolfo Urtubey, mientras que el catamarqueño Dalmacio Mera está en duda.
En la reunión del bloque Justicialista hubo consenso respecto de que el proyecto, que plantea que los servicios para usuarios residenciales no suban por encima del índice de variación salarial, no es bueno y que beneficia principalmente a la zona metropolitana, pero que lo central en este momento es enviar un “mensaje político” al gobierno.
Algunos de los senadores lo ven de otra manera: no quieren quedar pegados a iniciativas impopulares del gobierno como ya les ocurrió, según dicen, durante diciembre del año pasado con la reforma previsional.
El proyecto busca
retrotraer el valor de las tarifas y que éstas se ajusten por la variación salarial
El bloque que lidera Pichetto pretende darle una señal política a Macri, que de igual forma vetará la iniciativa