LA CAPITAL
El tema de la seguridad originó un cruce picante entre Antonio Bonfatti y José Corral. Omar Perotti, en cambio, se mostró conciliador y evitó responder críticas. No hubo un claro ganador.
Los tres candidatos a gobernador que competirán el 16 de junio para suceder a Miguel Lifschitz se midieron ayer en un debate público en donde ninguno sacó clara ventaja. Omar Perotti (frente Juntos-PJ), Antonio Bonfatti (Frente Progresista) y José Corral (Cambiemos) se limitaron, en tono monocorde, a exponer sus principales ideas para la provincia, aunque hubo algunas chicanas picantes, sobre todo cuando abordaron el tema de seguridad.
Los candidatos debatieron por dos horas en los estudios de Canal 3 sobre cinco ejes temáticos. Organizado por La Capital, Televisión Litoral y Telefe Rosario, el duelo verbal fue tendencia en las redes sociales. Y contó con una conducción sobria a cargo de los periodistas Martín Pigazzi, Analía Bocassi y María Luengo.
Desde el vamos, en la presentación, cada uno de los candidatos mostró su hoja de ruta. Perotti exhibió un perfil moderado y en el garante no solo de un cambio sino en el continuador de las políticas que él consideró acertadas. Bonfatti comenzó a la defensiva en la difícil tarea de reivindicarse como oficialista pero también como un candidato transformador. Corral, tal vez por la posición en que quedó en las primarias, fue el que arriesgó un poco más y el primero en pegar el estiletazo del duelo.
Fue cuando se trató el ítem que abrió el debate: Seguridad y Justicia. Allí, el candidato de Cambiemos sacó un par de esposas, las mostró a las cámaras e inquirió: “Todos saben que es esto, es lo que le faltaba a los presos que se fugaron en la autopista. A quién se le ocurre trasladar asesinos sin esposas, esto no es una falsedad, fue real”. Corral aludió así a la fuga, hace un par de semanas, de los presos que eran trasladados de Coronda a Rosario.
Se trató del primer golpe de efecto. Previamente, Bonfatti había señalado que en la época en que gobernó el peronismo, los policías se tenían que comprar sus propias balas y su uniforme. También destacó que Santa Fe es la única provincia argentina que tiene ley de confiscación de bienes del delito. “No tenemos connivencia con nadie, no somos encubridores de nadie”, enfatizó.
Perotti, en tanto, introdujo el tema cuando se presentó como candidato: dijo que la provincia avanzó en el sistema de salud, pero perdió su combate contra el delito y el narcotráfico. Propuso, en este caso, que el Estado vuelva a los lugares donde se retiró para darle más garantía a los ciudadanos de que el gobierno efectivamente los cuida.
Bonfatti dijo que no iba a contestar falsedades (por la chicana de Corral por las esposas y el cuadro con las estadísticas sobre cómo se incrementó la tasa de homicidios bajo su gestión), pero devolvió la chicana con un golpe de efecto, pero no al candidato de Cambiemos sino al del peronismo. Sacó una placa con cuatro imágenes de candidatos del PJ que están presos. “Dicen que los delincuentes no los votan, y yo les digo que ganaron las elecciones en las cárceles, pero lo más grave es que muchos de los delincuentes los tienen adentro, con candidatos a concejales o senadores por parte de la lista de quien está a mi derecha (en referencia a Omar Perotti)”.
Fue ese el momento más espeso de la jornada. Es que el formato del debate no permite tiempo para cruces o réplicas. Es, más bien, una exposición entrecortada por los minutos que tienen cada uno para exponer.
Aún así, los tres candidatos se mostraron sólidos en sus discursos y en la exposición de las propuestas sobre política económica, política social, salud y empleo y sobre educación.
Bonfatti exhibió en el debate lo que viene diciendo en la campaña, presentándose como el continuador de políticas de Estado que el Frente Progresista inauguró en 2007, de la mano de Hermes Binner. Mostró cifras sobre las escuelas y hospitales construidos, obras de infraestructuras y planes para la promoción del empleo.
Perotti rescató algunas de esas políticas, como el sistema de salud, pero dijo que a Santa Fe le falta incentivar la producción y potenciar el rol exportador de la provincia. Insistió varias veces con una presencia más activa del Estado en seguridad y educación.
Corral, en cambio, basó toda su propuesta en torno a lo que hizo como intendente de Santa Fe. Ese “modelo”, dijo, es el que pretende llevar a todo la provincia. Enfocó sus críticas a la Empresa Provincial de la Energía (EPE) y prometió bajar la tarifa un 20 por ciento.
Perotti también abordó este tema con una promesa concreta: congelar directamente la tarifa eléctrica.
Los tres candidatos casi no se salieron del libreto y, cuando lo hicieron, no encontraron eco en su contrincante. Más allá de este ejercicio saludable en la praxis democrática (Santa Fe siempre estuvo a la vanguardia en este tema), tal vez sea hora de revisar este formato de debate para el futuro.